Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Samuel 13, 24-33

24 Se presentó Absalón al rey y le dijo: «Ya que estoy de esquileo,
que vengan, por favor, conmigo el rey y sus servidores.»

25 El rey dijo a Absalón: «No, hijo mío, no podemos ir todos para no
serte gravosos.» Insistió, pero el rey no quiso ir y le dio su bendición.

26 Absalón le dijo: «Que venga, por favor, con nosotros mi hermano
Amnón.» Respondió el rey: «¿Para qué ha de ir contigo?»

27 Pero Absalón le insistió y dejó que fueran con él Amnón y todos
los hijos del rey. Absalón mandó preparar un convite regio.

28 Y ordenó a sus criados: «Estad atentos: cuando el corazón de
Amnón esté alegre por el vino y yo os diga: “Herid a Amnón”, le mataréis.
No tengáis temor, porque os lo mando yo. Cobrad ánimo y sed valerosos.»

29 Los criados de Absalón hicieron con Amnón lo que Absalón les
había mandado. Entonces todos los hijos del rey se levantaron y montando
cada cual en su mulo huyeron.

30 Estando ellos en camino llegó a David el rumor de que Absalón
había matado a todos los hijos del rey y que no había quedado ni uno solo
de ellos.

31 Se levantó el rey, rasgó sus vestidos y se echó en tierra; todos los
servidores que estaban a su lado rasgaron también, sus vestidos.

32 Pero Yonadab, hijo de Simá, hermano de David, tomó la palabra y
dijo: «No piense mi señor el rey que han muerto todos los muchachos, los
hijos del rey, porque solamente ha muerto Amnón; pues era cosa decidida
en boca de Absalón desde el día en que aquél humilló a su hermana Tamar.

33 Así que no haga caso mi señor el rey de esos rumores de que han
muerto todos los hijos del rey, porque sólo ha muerto Amnón.»